El Gobierno abandona a su suerte a los compañeros de Pajares infectados por el ébola
Sólo el sacerdote enfermo y la hermana Juliana, guineana y española que no está contagiada, han sido trasladados a Madrid. El resto de misioneros, entre los que se encuentran dos personas que han contraído el virus, se queda en Liberia
El sacerdote Miguel Pajares, con uno de los enfermos a los que atendía en Liberia. EFE
Así, en el Airbus 3109 que el Ejército envió a Liberia para repatriar al sacerdote Miguel Pajares, sólo viajaron el citado misionero y la hermana guineana Juliana Bohi quien, a pesar de no estar infectada, logrará escapar del virus por disponer de pasaporte español.
El Ministerio de Sanidad, en coordinación con los departamentos de Defensa y Exteriores, dejó a elección de Bohi la posibilidad de regresar con Pajares, quien sí se encuentra enfermo y en estado crítico después de que su situación se agravara a lo largo de la tarde: le han puesto suero y no se puede levantar. Según las previsiones de la Consejería de Sanidad de Madrid, parece que la hermana decidió finalmente ponerse a salvo.
La nave, que cuenta con el equipamiento de seguridad establecido por la Organización Mundial de la Salud (OMS) [ver imagen inferior, del Ministerio de Defensa], llegó a Monrovia a media tarde del pasado miércoles y regresó a España a las ocho de la mañana del día de hoy, jueves. Viajaron acompañados por cinco sanitarios y otros nueve miembros de la tripulación del Airbus.
Más de 100.000 personas han firmado una petición para que trasladen a España a todos los misioneros enfermos
Sin embargo, y a pesar del ruego de la hermana Catherine —quien, asustada por el peligro de muerte, rogó al Ejecutivo de Mariano Rajoy que evacuara a toda la congregación—, así como la petición abierta en Change.org que ya han firmado más de 100.000 personas, ellos no viajarán a España. Así lo confirmó la directora general de Salud Pública, Lourdes Vinuesa, que se justificó alegando que la Orden sólo había solicitado la repatriación de los dos españoles. El ministerio que dirige José Manuel García-Margallo también ha descartado por completo traer a las otras dos monjas enfermas.
"Estamos pidiendo salir todos de aquí, es verdad que él (Miguel Pajares) es español pero cómo lo van a sacar a él y a nosotros nos van a dejar aquí, vamos a morir todos", clamó Catherine en declaraciones a COPE, preocupada ante la situación en la que se encuentran. "Lo lógico sería poder trasladar a todos", pidió también el médico que atendió a Pajares Mikel Tellaeche, actual director gerente del Hospital Aita Menni, muy unido al Hospital San José de Monrovia.
Hasta la propia familia del sacerdote español expresó que la voluntad de Pajares sería no dejar "abandonadas" a sus compañeras. "Estoy segura de que si Miguel estuviese en su sano juicio no las dejaría allí, nunca las abandonaría, porque todos tenemos derecho a una muerte digna ", señaló Begoña Martín, prima del enfermo repatriado. Martín también pidió a las autoridades que hicieran lo posible por ayudar al resto del equipo: "No podremos volver a dormir en paz si las dejan allí", se lamentó.
El Carlos III, preparado
Pese a todo, en Madrid sólo se espera a Pajares y Bohi. La Consejería de Sanidad ha habilitado toda la planta sexta del hospital Carlos III para recibir al religioso español —30 pacientes que se encontraba en estas instalaciones se han trasladado al edificio del hospital La Paz para intentar reducir al máximo el riesgo de contagio—, así como el dispositivo de aislamiento necesario en las ambulancias del Summa para que los pacientes no tengan ningún contacto con el exterior.
Sanidad garantiza que Pajares no tendrá contacto con el exterior durante su traslado
Los repatriados llegaron en el avión dentro de un dispositivo de aislamiento que fue introducido directamente en la ambulancia para su traslado, "sin que el paciente tenga contacto con el exterior en ningún momento hasta su llegada a la habitación de aislamiento" en el edificio del Carlos III, concluyó Sanidad.
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