Fabrican instrumento diseñado por da Vinci hace más de 500 años



Hay quien cree que Leonardo da Vinci podía viajar en el tiempo, yo simplemente creo que su desbordante imaginación no conocía el significado de la expresión “eso no puede hacerse”. Hoy voy a hablaros de una de sus locas ideas, que jamás (hasta ahora) abandonó el cuaderno de dibujos en el que fue garabetado: la viola organista.

Por lo que puedo leer en Wikipedia, los fundamentos de este instrumento musical se conservan en sus cuadernos de 1488 y 1489, así como en los dibujos del Codex Atlanticus. Su idea original era la de usar una o más ruedas que rotasen continuamente, cada una de las cuales tiraría de un arco giratorio fabricado con crines de caballo (un poco como los motores que hacen rotar la correa de distribución de un automovil) en un sentido perpendicular al de las cuerdas del instrumento. Como sabéis, el piano es un instrumento en el que las notas se consiguen por la percusión de un pequeño martillo móvil sobre las distintas cuerdas, que permanecen fijas. Bien, pues en la viola organista las que se mueven son las cuerdas, hasta hacerlas coincidir con el arco giratorio, para así generar mecánicamente las distintas notas de un modo muy parecido al que un músico “tradicional” produciría (arco en mano) con su viola.





Aparentemente Leonardo no llegó nunca a construir el instrumento, aunque hay evidencias de que un lutier alemán llamado Hans Haiden fabricó algo parecido, llamado “Geigenwerk” ya en 1575. Más recientemente, en 1993, un lutier japonés llamado Akio Obuchi construyó varios instrumentos similares. En 2004 se empleó una de las reconstrucciones de Obuchi en un concierto dado en Génova, Italia. Y finalmente, este mismo año, el profesor polaco Slawomir Zubrzycki se ha sumado a la historia de este particular instrumento construyendo su propia versión (de 4 ruedas giratorias) e interpretando con él varias piezas en la sala de conciertos de la Academia de Música de Cracovia.

Según puedo leer en Theage.com.au, la viola organista de Zubrzycki posee características de otros tres instrumentos: el clavicémbalo, el órgano y la viola de gamba.




Para hacer coincidir el arco giratorio con las cuerdas, el intérprete debe pisar un pedal (hay cuatro, uno por cada rueda) que va conectado a un cigüeñal, mientras presiona la tecla de la cuerda que quiere trasladar hasta el arco. De este modo se consigue el tono que podéis escuchar en el vídeo superior, que tiene vagas reminiscencias a un violonchelo, un órgano o incluso a un acordeón. Bajo estas líneas podéis ver un detalle del instrumento de Zubrzycki.




Una lástima que Da Vinci no hubiese podido fabricar la máquina del tiempo. Seguro que estaría encantado de viajar 500 años hacia el futuro para ver su intrumento soñado hecho realidad.

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