Cabeza transparente
A veces no sabes con qué juegos raros te va a salir la evolución, como es el caso de este tiburón extinto que tenía la mandíbula en forma de sierra circular o los malditos ornitorrincos.
Pero el ejemplo que más nos ha sorprendido hasta el momento es este pez.
Crédito: National Geographic.
Su nombre científico es Macropinna Microstoma, pero en castellano se le llama simplemente pez de cabeza transparente y en inglés ojos de barril por la forma que tienen sus globos oculares.
Aunque se conocía su existencia desde 1939, hasta 2004 nadie sabía que su delicada cabeza era transparente porque, al ser arrastrado fuera de su hábitat por redes de pesca, entre 600 y 800 metros de profundidad, el cambio de presión y el roce con la red la descomponían y no podía ser estudiada.
Crédito: National Geographic.
La naturaleza extraña de su cabeza transparente es el resultado de la adaptación evolutiva a su manera de alimentarse: robando peces capturados por medusas. Las medusas suelen flotar cerca de la superficie y sus presas cuelgan de sus tentáculos. Su cabeza transparente le permite permanecer flotando en las profundidades mientras escanea la superficie del agua buscando las siluetas de los peces a contraluz, mirando directamente hacia arriba a través de su cráneo. Esto le permite mantenerse más o menos quieto sin gastar demasiada energía colocándose en vertical.
Con la protección de su cúpula transparente, además, los ojos del pez están protegidos del veneno en el interior de la cabeza mientras puede seguir viendo
Pero, ¿Y esos ojos tristes que tiene encima de la boca qué? ¿Eh? ¿Cómo me explicas eso?
Los dos orificios que tiene en la parte frontal son, en realidad, su órgano olfativo. Sus ojos son dos tubos que están bajo esas dos masas verdes (las lentes) que tiene en el interior de la cabeza y puede rotarlos para mirar al frente cuando va atrapar a una presa, para tener su propia boca en su campo de visión y así coordinar sus movimientos.
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