Unas huellas en el barro indican que los tiranosaurios pudieron ser animales sociales






El hallazgo de tres rastros de tiranosáuridos caminando en paralelo apuntala la hipótesis de que vivían y cazaban juntos






Las huellas están tan bien conservadas que los investigadores averiguaron que uno de los tiranosaurios tenía una lesión en una de sus garras. / McCrea et al, 2014. PLoS ONE


Como los hombres, leones o tigres de hoy, los tiranosáuridos eran los superpredadores de su tiempo. No especialmente grandes, su ferocidad y fuerza los situó en la cúspide de sus ecosistemas. Sin embargo, poco se sabe de sus hábitos. ¿Eran animales sociales como las orcas o vivían y cazaban como lobos solitarios? Un rastro triple hallado en Canadá apunta ahora a la primera de las posibilidades.





















El comportamiento social de las especies de tiranosáuridos (desde el Tyrannosaurus rex hasta el Albertosaurus sarcophagus o el Daspletosaurus torosus) es uno de esos eternos debates entre los paleontólogos. Unos, apoyados en la pista de yacimientos donde aparecen fósiles de varios individuos juntos, sostienen que eran animales gregarios. Otros replican que causas exógenas los pudo juntar tras su muerte y esgrimen que las escasas huellas encontradas hasta ahora siempre han sido de un sólo ejemplar. Por eso de que una huella dice más sobre la vida que un fósil una vez muerto, la última hipótesis iba ganando.

El debate puede haber acabado en la Columbia Británica. En la provincia más occidental de Canadá, se han encontrado no una huella sino el rastro de tres tiranosáuridos que caminaban juntos. Ya se habían localizado huellas de estas especies en Mongolia y América del Norte pero, además de escasas, nunca se había localizado más de un rastro, lo que daba fuerza a la idea del lobo solitario. El hallazgo, publicado en PLoS ONE, supone la primera gran prueba de que estos animales también vivían juntos.


“Este hallazgo da consistencia a la tesis de que vivieron y cooperaron en grupos familiares en beneficio mutuo”

“El estudio de las huellas de cualquier animal, vivo o extinto, puede proporcionar una gran cantidad de información sobre el comportamiento del que las dejó como su hábitat, grado de sociabilidad o biomecánica, algo que con los huesos no se puede”, dice a Materia el palentólogo del Peace Region Palaeontology Research Centre (PRPRC) y principal autor del estudio, Richard McCrea. “Todos estos factores también valen para los tiranosaurios, al menos para los que probablemente dejaron estos rastros, ya fueran Albertosaurus, Gorgosaurus o Daspletosaurus. Este hallazgo da consistencia a la tesis de que los tiranosaurios eran animales sociales que probablemente vivieron y cooperaron en grupos familiares en beneficio mutuo”, añade.

El descubrimiento original no es de McCrea, sino del rastreador de un coto de caza, Aaron Fredlund, en octubre de 2011. El coto se encuentra cerca de lo que los paleontólogos llaman la Formación Wapiti, un conjunto de sedimentos del Cretático superior entre las actuales provincias de Alberta y Columbia Británica y que está dando grandes alegrías a los buscadores de dinosaurios. Fredlund dio aviso al PRPRC y McCrea y su equipo se desplegaron por el terreno. Antes de que la nieve del invierno les obligara a dejar de buscar, encontraron más huellas pero eran todas de un mismo rastro, al que llamaron Rastro A.
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Este diagrama muestra la posición y orientación de los tres rastros. / McCrea et al, 2014

La gran noticia sucedió cuando reanudaron los trabajos al verano siguiente. En agosto, a unos metros a cada lado del Rastro A, los paleontólogos encontraron un Rastro B y otro Rastro C. “Nos tocó el Gordo. Una sola huella ya es interesante pero un rastro te da mucho más. Se trata de la mayor prueba que puedes tener de que eran animales gregarios. La única manera de superarla que se me ocurre es viajar en una máquina del tiempo para verlos”, declaraba McCrea a The Guardian hace unos días.

Los tres grupos de huellas, grabadas en el fondo arcilloso de lo que hace 70 millones de años era una marisma, se encuentran en tan buen estado que hasta conservan el contorno de las partes blandas y han permitido a los científicos averiguar o confirmar mucho de lo que se sabía de estos animales tridáctilos. Han podido determinar que se trataba de ejemplares adultos, lo que descartaría la idea de que eran una madre y sus crías y refuerza la de que eran animales sociales. Pudieron determinar incluso la velocidad a la que iban. La cadencia e intensidad de las pisadas indican que estaban de paseo.


La posición y orientación de las huellas muestra que se trataba de tres adultos caminando junto junto a una marisma

“Los rastros que hemos encontrado son un momento muy concreto y breve en la vida de estos tiranosaurios. Estos animales caminaban con tranquilidad a lo largo de una marisma. Las huellas descubiertas no parecen mostrar una de las escasas situaciones propias de la relación depreador-presa. Creo que simplemente estaban yendo de un lugar a otro”, sugiere McCrea.

Pero lo más importante es la orientación y posición de las huellas. Algún escéptico podría siempre argumentar que se trata de rastros de diferentes tiranosaurios (o incluso el mismo) que pasaron por esa marisma en diferentes momentos. Sin embargo, además de que los tres rastros tiene la misma datación, entre las edades Campaniense y Maastrichtiense del Cretácico superior, la existencia de huellas de otros dinosaurios herbívoros (sus tradicionales presas) en el mismo lugar apoya la tesis del animal social.

Mientras que estas huellas se encuentran en todas direcciones, los tres rastros de tiranosaurios presentan la misma dirección. Es decir, no se trataba de una zona con una orografía especial, como un desfiladero o un ribera, que obligara a todos a pasar por el mismo punto. Esto, combinado con el resto de datos ofrecidos por las huellas en el lodazal, intensidad, grado de conservación, orientación, etc., permiten a los investigadores canadienses apostar por que estos superpredadores eran tan animales sociales como los humanos.









Via: http://esmateria.com/2014/08/02/unas-huellas-en-el-barro-indican-que-los-tiranosaurios-pudieron-ser-animales-sociales/

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